21 de setembre 2011

TRITRAJE A PRUEBA DE BALAS


Crónica Triatlón de Carcassona
Por Alejandro Aparicio

Cuando Fer envió el mail de la triatlón de Carcassona, no me lo pensé mucho y me apunté para realizar la sprint del sábado 17 de septiembre, pero en ningún momento pensé que iba a ser tan dura como acabó pasando…

La idea era pasar allí el fin de semana, ya que mi familia y yo hemos estado varias veces y es muy bonito, por su castillo, muralla, ciudadela y paisaje. Pues visto así, preparé la bolsa para la competición y la bicicleta el viernes por la mañana.

Por la tarde decidí subir a la piscina de La Salle para probar el neopreno y entrenar un poco de velocidad en el agua, la sorpresa la encontré cuando llegué a casa: la rueda delantera de la bicicleta estaba pinchada! No podía arreglarla en ese momento, tenía partido de liga y decidí hacerlo por la noche (ganamos el partido a coste de mi tobillo, me dieron una patada).

Una vez en casa cambié la cámara y la hinché todo lo que pude, con la esperanza de que en la competición alguien me dejara una buena mancha para que estuviera perfecta.

Sábado, 6.00 am, suena el despertador, desayuno rápido, cargamos el coche y dirección Francia, la competición no empezaba hasta las 4.30 de la tarde pero quería estar el primero en la recogida de dorsales que era a las 12. Solo llegar me comentan que era a las 14.30, así que pude hinchar bien la rueda gracias a un andorrano y comer dignamente en un restaurante de la zona, a todo eso el tobillo seguía tocado del partido de anoche.


A la vuelta, recojo el dorsal, entro en boxes, todo listo y mediáticamente colocado. Acto seguido me dirijo a la línea de salida en el lago, aun quedaba media hora para que empezara la sprint (no estaba nervioso, siendo mi segunda competición sabía que estaba mejor preparado y que podía hacer buena marca).


Después de un calentamiento de brazos, trois, deux, un, GO! Salgo disparado al agua en medio de franceses y 4 catalanes… el segmento de natación lo finalicé con 9 minutos aproximadamente, mejor que la de la Vila. Al llegar a boxes me preparo para salir con la bicicleta y en marcha.

Durante los primeros 15 minutos de bicicleta no fui adelantado por nadie, en las subidas remontaba más posiciones aun, y a falta de pocos km para terminar la primera vuelta de dos, me doy cuenta de que voy demasiado deprisa por una bajada… una bajada que tiene baches y gravilla… una bajada que de repente hay una curva hacia la izquierda y no puedo frenar a tiempo, acabé estampado contra unos containers de basura y volando encima de la bicicleta… Vamos Alejandro, te has caído, ¿y qué? Levanta, que no te has hecho más que rasguños, solo reza para que no se hayan petado las ruedas. Sigo adelante, remontando las posiciones que había perdido y pedaleando más fuerte aun… tan fuerte que a la segunda vuelta del circuito de bici a falta de unos 5 o 6 km para finalizar el tramo, se rompe la cadena. Pude ver perfectamente como se caía al suelo, como mi cara de tonto O.O

-Hay que joderse, hay días para que se peten las ruedas, hoy no es el día… ¡Pero en lugar se me tiene que romper la cadena! ¿Qué hago?

Fácil, no me he pegado un viaje de 300km para abandonar, y menos en una sprint, así que ponte a correr y haz un buen tramo de atletismo!

Por suerte el boxes estaba en bajada y pude llegar en menos de 10 minutos después del incidente. Me puse las bambas, cogí un aquarius que tenía allí y a correr! Los 4,6 km alrededor del lago no se me hicieron muy pesados después de todo, solo notaba algo que escocía en mi brazo izquierdo pero nada que no me impidiese correr como el tobillo, logré avanzar posiciones. Finalmente, llegué con 1 hora 15 minutos y 55 segundos, siendo el 69 de 143 atletas.


Una vez cruzada la línea de meta, mi madre vio conveniente ir a la ambulancia para que me desinfectaran la espalda, no sabía qué tenía hasta después de ver una foto.


Triatlón acabada, me duché, revisé el traje a ver si estaba dañado: Que va! Está perfecto! Solo la bicicleta se llevó un rasguño y perdió la cadena… en fin, nada de quedarse a dormir allí ya que llegó una tormenta, ya nos volvimos a Barcelona.

Nunca me imaginé que tendría tantos problemas con la bicicleta, menos en plena competición… a todo esto, estoy contento por haberla acabado ya que era mi deber, más siendo la segunda de muchas más que haré! :D


Ahora a por el Extreme Man Menorca y ánimos con Berga señoras y señores!

Alejandro Aparicio.